Una mañana cuando todos dormîan, estabamos tü y yo en la sala en Puerto Rico solos. Yo te dejé en el suelo jugando mientras yo veîa television esperando a que te volviera a dar sueño para volver a la cama. Fue la primera vez que te escuché llamarme. Antes llenabas la casa con largos y fuertes OOOOOMMMMMM's porque en tu naturaleza de guru ese era tu ünico lenguaje. Pero ese dîa eras todo "amah-amah-mah-mah-mah". Casi llorabas, pero yo no queria tomarte en mis brazos porque queria seguir escuchåndote. ¿En qué lugar se habia escondido ese sonido tan perfecto? Me gusta ser la unica palabra en tu vocabulario. Para todo llamas mi presencia. Para todo yo estoy alli presente. Somos uno. Tü que llamas, yo que acudo.
En nuestro viaje a Puerto Rico conociste el mar y el Yunque. Y eras todo ojos para con las luces del Viejo San Juan en la noche. Creciste una eternidad pequeña en ese viaje. Aprendiste a voltearte de todos lados y casi ya gateas.
No crezcas tan rapido, mi Buda. Quedate chiquito en mis brazos.
Mah-mah.
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